Poder fusionar culturas gastronómicas es un arte en la cocina, llevarlo a la arquitectura de interior fue la tarea para la firma.
El uso de las tapiceria en velvet, las lámparas que iluminan cada mesa y los revestimientos que inspiran al detalle, fueron las herramientas utilizadas en este proyecto. El flequillo presente en piezas claves como taburetes y luminarias, nos hablan de un toque delicado y de un diseño Europeo que es parte del menú, mientras desde la entrada hasta el último rincón, detalles asiáticos tocan un sólo compás en esta composición, permitiendo el disfrute de escenas que invitan al placer de degustar un exquisito menú creado por el chef.
El baño te transporta a un bosque de cerezos que no dejan límites por los reflejos de luz y espejos. Luego un gran cubo rojo y neón te hace sentir en una calle de los suburbios.
