Las viviendas unifamiliares a finales de los años 80 en Caracas Venezuela se caracterizaban por el uso de techos de madera con tejas de arcilla, ventanas de formatos medianos y con un retiro en muchas oportunidades en todas su caras. En este caso separa de tres de sus lados y emparejada con otra. Un patio de entrada y un patio trasero dan vida, luz y ventilación a esta obra.
Integrar la iluminación natural y mejorar con un buen estudio de iluminación los espacios, fue una de las principales metas alcanzadas.
Un gran salón que se comunica con una terraza cubierta y el comedor son los que te dan la bienvenida. En la parte superior, la habitación principal fue diseñada para que los clientes se sumergieran en su propio oasis aislado de todo. Con una gran ducha de dos estaciones y un jacuzzy coronado con un jardín vertical, podemos entender el nivel de detalle por el confort que la firma desarrolló en estos espacios.