Traducir el lenguaje que existe entre el espacio, el cliente y el programa, es para la firma la clave del éxito. En este proyecto el espacio y el programa gritaban la diversión que sin saber se desarrolló para ejecutar el nuevo espacio de trabajo del cliente.
Una pareja joven y creativa requerían en la expansión de su negocio mas libertad y la gran doble altura de este espacio la convertimos en esa otra dimensión donde el grupo de trabajo fluye entre colores y materiales.
La escalera nace en unas gradas de madera que su principal usuario es ese niño curioso que visita el negocio, mientras sus representantes eligen un servicio o esperan su producto.
Un túnel de color te trasnporta a las oficinas privadas y de negocios. Mientras las paredes son grandes lienzos para plasmar su creatividad que día a día se actualiza y cambia.
La exposición va mas allá del nivel de observación y te invita a subir y disfrutar el espacio que corona con un juego lúminico que semejan claraboyas donde la luz brinda la mejor calidad para trabajar.